"LA HISTORIA ORDINARIA DE UN HOMBRE ESTRAORDINARIO"

UN HOMENAJE PÓSTUMO A MI PADRE

miércoles, 24 de febrero de 2010

Capítulo II: "Una navidad muy especial"

El cabo de tres meses, el niño fue bautizado con el nombre de José Guadalupe en memoria de su abuelo paterno. A pesar de las privaciones el niño fue creciendo sano y fuerte y muy despierto para su edad.
Rápidamente se ganó la simpatía de sus vecinos y era la adoración de sus padres y sus hermanos razón por la cual la mayoría de las veces le disculpaban sus travesuras bajo el argumento: -“Es un niño; no sabe lo que hace”.
Muchas veces, a raíz de sus travesuras, Brígida se veía obligada a ponerle “dos buenas nalgadas” con el propósito de corregirle, pues además de travieso era muy terco y no obedecía las órdenes de su madre. Muchas veces Justo discutió con ella por que no le gustaba que le pegara al niño.

Así pasaron cuatro años en que todo transcurrió de manera tranquila y con muy pocos sobresaltos en la vida de nuestros personajes, excepto por una que otra enfermedad de poca importancia.
Por fin los trabajos y penalidades de Justo tuvieron una más que merecida recompensa; las cosechas se dieron de manera abundante y pudo venderlas a muy buen precio y con ese dinero pagó por fin el saldo de la compra de la casa, quedándole apenas para "irla pasando", pero eso no le asustaba porque precisamente esa era su vida de siempre.
Para ese entonces nuestro amigo ya contaba con una yegua la cual tres años atrás le había regalado el presidente municipal del pueblo vecino merced a unos trabajos de albañilería en el potrero de su hacienda y por haber salvado al hijo del munícipe de ahogarse en una aguada cercana.
Al poco tiempo la yegua, (que estaba preñada), parió a un potrillo al cual Justo llamó “siibil” que en español significa “regalo”, el animalito era la mascota de la familia y era, por decirlo de alguna manera, la mascota de “Lupe”, apodo que desde pequeño le pusieron a José Guadalupe.
El animalito creció y se convirtió en un hermoso ejemplar que era codiciado por los hacendados de los alrededores y mas de uno se lo pidió en compra, cosa que Justo no aceptaba por que se había encariñado con el animal, que además era la mascota de la familia; así fue rechazando todas las ofertas conforme se las iban proponiendo y así fue pasando el tiempo hasta que el ex-presidente municipal, (el mismo que le regaló la yegua), le hizo una oferta que no pudo rechazar, a saber:
-Justo, amigo mío, tu potro lo quiero para mi hijo, si, al que salvaste la vida; se que quieres mucho a tu animal por eso te ofrezco mil pesos. He investigado y sé que tienes muchas deudas. Seguramente sabes que con ese dinero puedo comprar diez caballos, pero mi hijo quiere ese potro y sinceramente, quiero darle gusto y a la vez ayudarte económicamente por el gran aprecio que te tengo.
Nuestro amigo se quedó pensativo por unos segundos y después, muy a su pesar, cerró el trato. Inmediatamente se dirigieron a la presidencia municipal y en presencia del tesorero firmaron la carta de traspaso de propiedad del equino, recibiendo en ese momento la cantidad antes pactada. Tan pronto recibió su dinero nuestro amigo empezó a pagar sus deudas las cuales saldó en su totalidad por la cantidad de setecientos pesos, compró semillas y ropa para su mujer e hijos y todavía le sobraron doscientos pesos; entonces decidió mejorar su vivienda y si algo sobraba lo ahorraría por cualquier cosa que pudiera pasar.
Camino a su casa se puso a pensar en como decirle a los niños lo de la venta del animal y se sintió culpable por vender al potro al que consideraba un integrante mas de la familia, tanto que estuvo tentado de volver al pueblo y romper el negocio, pero ya era muy tarde porque ya había gastado casi todo el dinero y había cubierto todas sus deudas, además difícilmente iba a encontrar quien le pagara una suma semejante por un potro que comercialmente valía solo cincuenta pesos.
Los niños rompieron en llanto al enterarse de que “regalo” ya no estaría con ellos, pero niños al fin, al poco tiempo se resignaron y todo volvió a estar en paz. A Justo le tomó un poco mas de tiempo resignarse pues sentía que había traicionado a un amigo al venderlo por un puñado de dinero; pero en fin, el tiempo todo lo cura y esto no iba a ser la excepción.
Días después Justo, llevó a cabo sus planes de mejorar su vivienda y empezó a comprar el material para tal efecto. Con la ayuda de algunos vecinos, por las tardes después de trabajar en la milpa, se ponían a trabajar en la mejora de la vivienda. A poco más de dos meses la obra concluyó y un satisfecho Justo inauguró su “nueva casa” con un almuerzo que ofreció a sus vecinos aquel último domingo de Octubre.
Ese año por fin llegó la época mas esperada por los niños de todo el mundo: la navidad y para el pequeño  "Lupe" no fue la excepción.
En esa época las familias del poblado acostumbraban poner un pesebre a las puertas de sus casas y era costumbre que a partir de la primera semana de Diciembre, una vez armadas las representaciones, los vecinos visitaran las casas para admirar las obras, y por que no, también para criticarlas, (por su puesto a escondidas de los anfitriones). Los habitantes de la casa anfitriona agradecían la visita repartiendo entre sus invitados los tradicionales buñuelos bañados con miel.
Ese año, Justo con ayuda de toda su familia armó el pesebre mas bonito de todos, pues además de la    tradicional representación de la sagrada familia, a un lado del mismo justo había instalado una cascada de un metro cincuenta de altura la cual era alimentada por una bomba de veleta conectada al pozo. El agua corría por un canalito que serpenteaba por toda la representación semejando a un río que desembocaba en una laguna a orillas de la cual se representaba el nacimiento y salía por el otro extremo volviendo a su forma de río hasta llegar a orillas del brocal del pozo, al cual regresaba.
El pesebre, fue construido en una cavidad formada de manera natural a unos metros de la entrada de la casa, en el pequeño jardín junto a una hermosa bugambilia, las figuras de la sagrada familia, herencia del abuelo de Justo, eran unas finas tallas en madera de cedro, pintadas a mano con todo detalle, dicho sea de paso esas figuras eran consideradas por Justo y Brígida como su mas preciada posesión.
Rápidamente la belleza del “pesebre con cascada” se hizo famosa y todos querían verlo a tal grado que la familia se vio en apuros para atender a tanto visitante y obsequiarles con la tradicional colación de buñuelos con miel; de tal suerte que la familia tenía que esconderse y mantener cerrada la casa por no tener nada que ofrecerle a sus visitantes.
Aún así las visitas no paraban y se contentaban con admirar la representación por encima de la albarrada. No faltó quien comentara de la pésima educación de la familia por no invitarles a pasar para verlo de cerca y tampoco faltó quien dijera que se habían vuelto engreídos desde que mejoró su situación económica.
Solo los vecinos de los lados comprendiendo las dificultades de la familia, salían en su defensa no siempre con buenos resultados. Así que cansados de tanto lío se reunieron con Justo y llegaron a la conclusión de abrir las puertas de la casa y permitir la entrada de la gente, pero antes pondrían un aviso en la pared de la casa donde se pediría la comprensión de los visitantes por que no podían darles la colación acostumbrada, merced al alto número de visitas al día. La gente comprendió al leer el aviso y ya no siguió con sus habladas, y por fin la familia pudo salir de su forzado e involuntario encierro.
Así llegó la navidad y con ella las posadas y las fiestas; la noche de navidad fue de especial emoción para “Lupe”, pues fue la navidad en que le regalaron su primer juguete, a saber, un camioncito de hojalata, además que por primera vez le permitieron estar despierto toda la noche, jugar con sus hermanos y sus nuevos juguetes, esa fue la primera y también la última vez que “Lupe” y sus hermanos comieron hasta no poder más. Quien diría que esa era la última navidad compartida en la abundancia que pasaría esta familia.


  

Continuará en el capítulo III


Nota: hacer caso omiso de la gramática y la sintaxis, no soy escritor, solo un humilde "escribidor"

1 comentario:

  1. hola komo stas chido tu blog me late la istory wey sige ke psa despuez no djo mi blok porke no tngo sige escribbbbbbb. bno baiiiii

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Podré no estar de acuerdo con lo que digas, pero defenderé tu derecho a decirlo. Solo te pido respeto, pues también es mi derecho.
"PAZ A LOS BLOGGER´S DE BUENA VOLUNTAD"
Gracias: El hijo de don José.